A la hora de decorar el interior de nuestra casa, una de las decisiones que tomamos con más interés es la elección de los tipos de pintura para paredes. La gama de colores, según las tendencias, es el elemento al que normalmente se concede más importancia. Actualmente, son muy solicitados los colores agua (en tonos azules y verdes), el gris cielo y el marrón chocolate. Sin embargo, el color no es lo único que debemos tener en cuenta.

El tipo de superficie condiciona la pintura que se adapta mejor en cada caso. El proceso comienza con la pintura base. Se trata de aquella que se emplea para suavizar las paredes antes de aplicar las sucesivas capas. Prepara la superficie para que la pintura se adhiera mejor, ya que contribuye a disminuir las imperfecciones. Habitualmente se emplea en paredes de cemento. Dadas sus características y empleo, resulta muy económica.

Es uno de los tipos de pintura para paredes más utilizados en la decoración del hogar. Entre sus ventajas, destacamos la facilidad de aplicación, la resistencia al agua, el secado rápido y que no provoca malos olores. Su acabado puede ser brillante, satinado o mate. La pared con pintura plástica brillante se puede lavar más fácilmente. Este tipo se emplea mayoritariamente en exteriores. La pintura de acabado mate puede disimular mejor algún desperfecto en las paredes. Su uso provoca un efecto más natural. Por lo que respecta a la pintura plástica satinada, suele emplearse para realzar las paredes de colores vivos.

Se trata de un tipo de pintura que requiere la aplicación previa de una capa pase. Se encuentra entre los tipos de pintura para paredes más resistentes al paso del tiempo. Su principal inconveniente es que no es soluble en agua. Si se desean eliminar manchas en su superficie, hay que recurrir al uso de materiales disolventes. Es más resistente, tarda más en secar y se autonivela mejor que la pintura plástica. Suele utilizarse para piezas de hierro. En este caso, también encontramos los tres tipos de acabado brillante, satinado y mate.

Es uno de los tipos de pintura para paredes que permite crear acabados texturizados, como el gotelé, que fue tan popular en los 80. La pintura al temple no es lavable y necesita un fijador antes de su aplicación, porque su adherencia es escasa. Es apreciada por resultar económica y de sencilla aplicación. No recomendamos su uso cuando hay humedad, porque se puede formar moho en la pared. Se utiliza habitualmente en paredes de cemento y en superficies enlucidas de yeso.

La elección del tipo de pintura adecuada tiene que ser meditada teniendo en cuenta todos los factores que influyen de algún modo en el resultado. Acertar con la textura y el color adecuado, contribuye de manera decisiva a crear el ambiente deseado en tu hogar. Déjate aconsejar por nuestros especialistas. En Construcciones JOB te damos el asesoramiento que necesitas para tomar la mejor decisión sobre los tipos de pintura para paredes. Contacta con nosotros y soluciona todas tus inquietudes.